Blog de prosa con historias del segundo sexo que sanan.

domingo, octubre 25, 2009

MATAR A LA MENSAJERA

Sea ésta, la última parte lo que iba a convertirse en una entrada en dos partes y ha terminado dando para una trilogía.

De cualquier manual de comunicación, siempre queda la conclusión de que el titular debe resumir con un sólo concepto el texto que representa. Por esta regla de tres, la verdad es que podíamos haber titulado de muchas formas esta entrada. Por ejemplo "...y parió la abuela", o algunos varios, utilizando siempre el término central feminista: "feminista: con perdón", "feminista pero sin pasarse" o "feminista de pacotilla". Los dos primeros por las respuestas de algunas personas progresistas a la ya comentada intervención tanto del Presidente del PP, como de su espectro político a lo acontecido durante la presentación de los PGE y la Ministra de Economía. La última es por lo que una diputada del PP, Cristina Cifuentes, nos llama en su blog.

Sobre Cristina Cifuentes no tengo nada que decir, que no haya dicho en las dos entradas anteriores. Estaría bueno que vinieran a darnos lecciones de igualdad quienes nunca la han fomentado ni reivindicado.

Con respecto, tanto a los dos primeros titulares, como el que finalmente hemos elegido viene a colación por las innumerables entradas en diferentes blogs de personas progresista o supuestamente progresista, sobre el tema en cuestión. En uno he llegado a leer un clásico del manual del machismo. La aseveración que hace una compañera progresista, a propósito de la respuesta de las mujeres del PP, es que, esto confirma su teoría sobre que las mujeres somos más machistas que los hombres. Teoría esta muy extendida...

Comenzando por la la base de que esta calificación de por sí, ya es machista, me gustaría analizarla más detenidamente.

Mi análisis parte de la pregunta si es posible que una mujer sea más machista que un hombre. Es decir, como se mide el machismo de una persona y si es posible que dentro de esa medida, que podría tener como máximo exponente la misoginia, una mujer que fuera por ejemplo, misógina en su mayor graduación, fuera más misógina que un hombre que también lo fuera.

Me parece que algunas personas de manera intencionada y otras desde la fluidez que da la interiorización cultural que nos corre por las venas y sin haber reflexionado lo suficiente, acaban matando a la mensajera en lugar de a quien envió el mensaje.

Si todavía no lo ven claro, más sencillo todavía: es más explotador/a un esquirol/a o un empresario/a que mantiene a trabajadores/as en una condiciones inhumanas.

Tampoco perdamos de vista que fueron y son mujeres (feministas) quienes consiguieron los avances que podemos disfrutar hoy otras mujeres y recordemos también quien creó el patriarcado. Tengamos memoria histórica para no caer en aseveraciones tan graves, como absurdas.

De todo esto, lo que podríamos decir es que, emotivamente, nos parece más triste que una mujer pueda ser machista, porque no nos parece lógico, pero nada más. Esto no es una cuestión de sexo, es una cuestión humana y lo vemos claramente en la falta de solidaridad del ser humano con sus propios congéneres.

Por otra parte, observo la gran labor de descrédito que han conseguido los detractores del feminismo, incluso algunas compañera progresistas cuando hablan de una situación de estas características, terminan casi pidiendo perdón, como con el temor de que se piense que exigir respeto e igualdad fuera un agravio contra alguien.

Pues miren, yo no voy a pedir perdón he crecido, a pesar del entorno, pensando que tengo los mismos derechos, que cualquier otro ser humano del sexo o raza que sea, puesto que tengo las mismas obligaciones y en algunos casos más. En este convencimiento no he matado, ni agredido a nadie, ni he solicitado la disminución de los derechos de otros seres humanos. Ni siquiera me he comido a nadie, bueno al menos, literalmente hablando...

viernes, octubre 23, 2009

LAS NIÑAS CON LAS NIÑAS Y LOS NIÑOS CON LOS NIÑOS (II PARTE)


Se preguntarán por qué diantres he dividido la entrada en dos partes, en lugar de acabar de una vez con un asunto tan desagradable. Bueno pues porque estaba esperando lo previsible: las declaraciones de la Portavoz del PP Soraya Saenz de Santamaría.
La entrada de hoy bien podría haberse llamado: de esquiroles/as y otras criaturas de la fauna ibérica. Que las declaraciones de Saenz de Santamaría iban a ir encaminadas a reforzar la postura machista de su partido, no es nada sorprendente y no merece muchos más comentarios al respecto. La derecha posfeminista o mucho mejor conceptualizada y definida por Lidia Falcón como prefeminista, da en utilizar a las mujeres de su ideología reaccionaría para atacar a otras mujeres con posturas feministas o simplemente a mujeres por el hecho de serlo. Esto no es nada novedoso, a lo largo de la historia se ha utilizado a los propios trabajadores/as como esquiroles/as para contrarestar la fuerza de lo que fue el movimiento obrero y actualmente los sindicatos.

Por eso, quisiera centrarme en estos momentos en un tema bastante escabroso, a propósito de esta situación. A veces, resulta desesperanzador ver espectáculos tan lamentables como el que hemos vivido en estos días en España; el Jefe de la oposición ningunea a una Ministra con el agravante de que tanto la secretaria general de su partido como la Portavoz, no tienen las agallas para, como mínimo, aprovechar sus cargos en primera fila del Partido Popular, y no ser cómplices de semejante actitud anacrónica, por no decir otros adjetivos que sugiere la actitud que mantuvo Mariano Rajoy hacia la Ministra de Economía, Elena Salgado.

Digo que resulta desesperanzador porque una reflexiona sobre lo triste que es ver a una persona "desclasada". Las mujeres conservadoras llevan siglos aprovechándose de los avances conseguidos, con la sangre, sudor y lágrimas de las mujeres feministas y de los hombres que nos han apoyado y paradojicamente utilizan esos espacios conquistados contra el progreso de las propias mujeres. Tan lamentable como la acción de un esquirol yendo a trabajar en plena huelga...

Hubo un tiempo, cercano, en el que a Saenz de Santamaria le encantaba hacer entrevistas en las que nos decía lo mala que era y la naturalidad con la que tomaba ese papel. Lo que ha demostrado con sus declaraciones en defensa del comportamiento machista de su Jefe de filas, es que más que jugar el papel de mala del cuento, juega el de bufón en la corte de su partido, riéndole las gracietas a sus compañeros más reaccionarios para poder continuar en esa parcela de poder, en la que se encuentra gracias a otras mujeres contra las que ella necesita arremeter. ¿Por qué?. Porque como decía un señor alemán con barbas, cuando una persona no tiene ideología propia toma la de su predecersor de clase. Por eso, no es sorprendente, aunque si patético, que las mujeres que no quieren ni oír hablar del feminismo, tomen como guía la ideología machista y hasta misógina. Paralelamente puede definirse con otro término sociológico que describe a la perfección la falta de visión y de coraje del ser humano: la violencia horizontal.

A los ojos de cualquier persona inteligente, en el contexto occidental y en pleno siglo XXI la Ministra de Economía ha sufrido un ninguneo de corte machista en el que se ha intentado atentar contra su dignidad y a raíz de esto, hay un trio de ases que han quedado en evidencia haciendo un papelón con respecto a su visión sobre las mujeres. Ya ven, la vida es así, de malos /as a bufones/as en lo que tardamos en abrir la boca.


miércoles, octubre 21, 2009

LAS NIÑAS CON LAS NIÑAS Y LOS NIÑOS CON LOS NIÑOS (I PARTE)


Veinte años no son nada, decía el tango y es verdad. Ayer, se debatían en el Congreso de los Diputados/as los Presupuestos Generales del Estado para el año 2010 y las declaraciones tanto del Presidente como de la Secretaría General del PP parecían retrotraerse más de veinte años para atrás.

Ayer el PP convirtió el debate en el Congreso y las declaraciones posteriores suscitadas por éste, en un centro de educación infantil de 0 a 3 años. Ni uno más. Ante nuestros atónitos ojos e incrédulas orejillas, se encontraba el jefe de la oposición conservadora en una muestra inaudita de paternalismo improcedente, espetando a toda una Ministra de Economía que con quien quería hablar era con su papá. Al parecer la Ministra de Economía le parecía menor de edad. Todo un piropo. Llamenme suspicaz, pero por si el ninguneo no nos quedaba lo suficientemente claro de por dónde venía, apareció en escena la Secretaria General del PP para terminar de confirmarnosla. María Dolores de Cospedal se refería a la contienda política de la siguiente manera: Rajoy "estuvo muy correcto", porque de haber sido más agresivo, al ser él un hombre, hubiera quedado como cuando "un chico le pega a una chica en el colegio". Rajoy "se esforzó para no ser agresivo", concluyó.

Ya lo saben, el Congreso, para el PP, es el patio de una guardería donde los niños no deben pegar a las niñas. De hecho, si por ellos fuera estaríamos en aulas segregadas por sexos. Ejemplos hay a docenas en los colegios concertados con la Iglesía Católica en las Comunidades donde gobiernan. Pero sin perder el hilo de lo que nos ocupa, es significativa esta declaración de Cospedal. No estaría mal si la frase fuera tomada literalmente en lugar de como la metáfora que es. Pero la realidad es la que es y llegamos a la conclusión de que el PP piensa que una mujer es inferior en un debate y por eso no hay que "abusar". Bueno, vamos a decir que no hay que abusar en el Congreso, que ya es como una manera de deslegitimar su presencia en la institución más alta del Estado. Además, para abusar abiertamente, ya hacemos política todos los días y también están los medios afines y los/as colaboradores/as más allegados/as. Si no que se lo pregunten a la Ministra de Igualdad.