Blog de prosa con historias del segundo sexo que sanan.

viernes, junio 15, 2007

EN 55 MINUTOS


A veces me pasa que me sobreviene una enfermedad que se me produce en cuestión de minutos y me dura días. Luego, desaparece tan repentinamente como llegó. El diagnóstico: enamoramiento súbito.

7 comentarios:

Expediente X dijo...

Te lo ha diagnosticado ese famoso doctor que sale en una serie de Cuatro llamado Doctor HOUSE, que dicen que es brutalmente honesto, me temo que va a ser que no, je, je, que te iba a decir yo que te mejores cuanto antes pero no se yo si habra cura... creo que estamos ante un nuevo "Expediente X".

Voluntad dijo...

He utilizado el autoanálisis en el que soy igual de brutalmente sincera que el muchacho en cuestión y la verdad es que esto sí que es un expediente x y lo demás son tonterías...

F. G. Aleman dijo...

Una lastima que la enfermedad no dure toda una vida.

Besos.

Paco Manzano dijo...

Estoy de acuerdo con Superboy, lástima que no dure toda la vida. Pero... Voluntad, dónde están tus vibraciones? No me digas que ya han cesado que me pierdo... Ay... ahora que el Duende está tontorrón y melosón, como dirían por climas más caribeños, empezamos con los autoanálisis... No tenemos bastante con lo que nos hacen que nos tenemos que autoanalizar y encima se sincero... Miéntete, miéntete aunque sea por un momento.
Jooo...

Paco Manzano dijo...

Por cierto... como diría el médico al que se refiere Expediente X... todo el mundo miente.

Voluntad dijo...

Duendecillo, las vibraciones continúan. Todo de buen rollo.

Anónimo dijo...

anónimo 11,15

superboy debe de ser joven, muy joven. Espero que como consecuencia del apodo -superboy- por él elegido, no le haga confundir el sexo con el amor.

Los efectos que esa "enfermedad produce", no son fáciles de soportar toda una vida.

Bien es verdad que cuando el amor no es correspondido, la práctica de lo primero suele aliviar el dolor que produce la enfermedad.

El enamoramiento súbito, sus efectos dañinos, puede pasar con el tiempo.

Un enamoramiento en el tiempo, y no permitido, suele terminar en tragedia, como ejemplo literario de entren tantos: Romeo y Julieta. Basada en la célebre obra teatral del dramaturgo inglés William Shakespeare.

¡¡Ay!! Shakespeare. Que experiencias habrá vivido para escribir tanta tragedia, junto con algún soneto de sublime belleza que dice así:

"¿Tendré que compararte a un día de primavera?

Tú tienes más hermosura y suavidad:

Ráfagas de viento agitan los preciosos brotes de mayo,

Y -bien es verdad que- el préstamo del estío vence a corto plazo".

Es de suponer que se refiere a un día radiante de sol, con su brisa fresca y mañanera que mece esa amplia gama de coloridos, que propician la infinidad de flores silvestre nacidas de la madre naturaleza, de las que normalmente predominan, esos rodales rojos, ocasionados por una flor tan variopinta llamada amapola, en este caso roja.

Los griegos la consideraron la flor de Afrodita, los romanos la asociaron con Ceres y en otras culturas se distinguió como símbolo de la gloria y de la muerte por el color y la fragilidad de sus pétalos.

Las amapolas, al igual que otras especies de la familia, contienen alcaloides que tienen efectos alucinógenos y pueden causar envenenamiento.

.... En este caso de amor.